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  Historia del despoblado de la Rozuela
 

HISTORIA DEL DESPOBLADO DE LA ROZUELA

El documento mas antiguo en castellano pertenecía a Ardón

Al monasterio de los santos Justo y Pastor de Ardón, (situado en lo que hoy es el despoblado de la rozuela) pertenecía el documento más antiguo que existe en romance castellano. He aquí su historia.
En el año 1977 se celebró el milenario del nacimiento de la lengua castellana, por existir el Códice Millianense, las llamadas Glosas Emillianenses del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, donde en su margen existen unas glosas que están escritas en romance castellano, y la fecha de este romance es del año 977, Era de 1015.
Pues bien, el milenario del alumbramiento de la lengua castellana no debió conmemorarse en tal año sino en el 1959, dieciocho años antes, y precisamente en Ardón, porque aquí existió el más antiguo documento del romance castellano, y no es de San Millán de la Cogolla sino del monasterio de los santos Justo y Pastor. Hoy se encuentra en el archivo de la Catedral leonesa; data del año 959, Era de 997.
Es un documento en pergamino en que el matrimonio Hermenegildo y Zita donan al monasterio de Ardón, monasterio de San Justo y San Pastor, la villa de Auctaris, que quiere decir Oteros.
Se ha escrito en caracteres visigóticos, que son letras parecidas a las griegas. Tiene un tamaño de 190 x 260 milímetros. La letra es minúscula.
Pues en la misma letra, con los mismos caracteres, el mismo color y tonalidad de tinta e idéntica autenticidad de puño se halla en el mismo documento una consignación de gastos en el monasterio por obras que se realizan, y cuyo pago se hace en «kesos».
Con este motivo fue entrevistado por Televisión Española el entonces canónigo archivero de la Catedral don Agapito Fernández y aseguró públicamente que el documento más antiguo que hasta la fecha se conoce en romance castellano es este al que hacemos referencia, dieciocho años anterior al Millianense.
Este documento leonés llamado «de los Kesos de Rozuela», por tratarse de esa lista de quesos gastados por el despensero del monasterio de los santos Justo y Pastor de Ardón, en Rozuela, se halla respaldado de la donación de la villa de Auctaris que hace el matrimonio Hermenegildo y Zita al monasterio de Ardon, rippa Extula oppidum Ardónjunto al río Esla.
Gloria para Ardón ser la fuente de este documento depositario del primer alumbramiento del romance castellano del año 959, Era de 997.
El poblado de Rozuela se situaba en la carretera que va desde Ardón a Vega de Infanzones; hoy es un despoblado con una casería. Ya era despoblado en las fechas del Catastro de la Ensenada, porque fue jurisdicción de don Antonio Escobar Herrera en 1752, regidor perpetuo de León.
Allí tenían propiedades varias instituciones eclesiásticas de Vega de Infanzones de 248 heminas y otras seglares de 1024 heminas.
El señor arrendaba el pasto, el soto de mimbreras y la tabla del río Esla para pescar, todo en 498 reales de vellón.
Sus aguas vierten al Esla recogidas por el arroyo de la Oncina. Este fue el lugar de los «Kesos» que se apuntan en romance en el monasterio de Ardón.

texto recogido de www.saber.com

A CONTINUACION REPRODUCTO EL TEXTO RECOGIDO DE WWW.SABER.COM DOCUMENTOS SELECTOS DE LOS ORIGENES DEL ROMANCE EN EL REINO DE LEON

Caso aparte es el documento nº 1 del facsímil perteneciente a este archivo de la catedral, que contiene en su dorso la Nodica de kesos (nº 1b), y que por dos vías podemos atribuir al monasterio de Rozuela. Por un lado, el documento del recto, del año 959, es precisamente una donación “post abitum” al monasterio de Rozuela y, por otro, este mismo monasterio se menciona en la Nodicia, como Recola, con ocasión de un viaje que hizo a ella el rey, al que hemos identificado, casi con toda seguridad, con Ramiro III. El propio Tumbo inserta la donación “post obitum” bajo el epígrafe del fondo procedente de Rozuela.
Gracias al estudio que dedicó J. Rodríguez Fernández al monasterio de los Santos Justo y Pastor de Ardón
, sabemos que estaba constituido por la unión de dos monasterios, puestos ambos bajo la autoridad de un mismo abad. El primero en ser fundado fue el de Cellanova, emplazado en las inmediaciones de la actual Cillanueva. El segundo, llamado de Rozuela, fue creado por la propia comunidad de Cillanueva, y es hoy un despoblado a dos kilómetros de Ardón en dirección Norte. Fueron estos dos cenobios unos más de los muchos que surgieron en la primera mitad del siglo X, asegurado el Reino astur-leonés con la ocupación del Duero frente a los musulmanes. Algunos de ellos se engrandecieron y perduraron con el paso de los tiempos: Silos, Escalada, Eslonza, Celanova, etc.
Aunque no se tenga en cuenta el documento de 915, que podría entenderse como el fundacional del monasterio de Rozuela
, pero sobre cuya autenticidad convendría llevar a cabo un detenido estudio, el primer diploma fiable se remonta a 932, y desde este año hasta 1037 se ha podido reconstruir la lista de abades sin interrupciones notorias. Hemos de advertir que, aunque dependientes los dos cenobios de un único abad, los archivos de ambos se mantuvieron separados y así ingresaron en la Catedral. Esto lo pone de manifiesto el Tumbo Legionense, en el que se transcriben separadamente, bajo epígrafes distintos, los documentos de Cillanueva y los de Rozuela. El monasterio de Rozuela se integró plenamente en la catedral poco después de 1037, o tal vez de 1049, fecha esta última en que aparece citado entre las cartas de Rozuela el último abad conocido, llamado Citi.
Por cuanto puede contribuir a precisar la data de confección de la Nodicia, debemos referirnos a una profunda crisis que sufrió el monasterio de Rozuela a mediados del siglo X a causa de una litigio entre el presbítero Daniel, que regía la institución, y un personaje llamado Vicente, que alegaba que el monasterio le pertenecía. De resultas de esta situación, la vida monástica llegó a desaparecer, hasta que unos años más tarde, a instancia de la monja Elvira, regente del Reino, y por medio del obispo leonés Sisnando, se restauró el monasterio y se entregó a Ariende, pariter cum sodalibus suis. Todos estos acontecimientos se encuentran narrados en un documento -existen de él dos versiones- por el que la tía y regente Elvira y el rey Ramiro III entregan a la restaurada comunidad los bienes que había poseído anteriormente el monasterio. Este documento
está fechado el 21 de julio de 974.
Es casi seguro que la traditio chartae, es decir, la entrega del pergamino por el rey Ramiro se hizo en el propio monasterio y en la fecha consignada en el diploma, lo que supone que el joven monarca hizo un viaje a Rozuela. Por otros casos semejantes, repartidos por toda la geografía del Reino, sabemos de la costumbre de dar la mayor solemnidad a actos tan importantes para los hombres de los siglos X y XI, como eran las fundaciones o restauraciones de centros religiosos. Y la mejor manera de solemnizarlos era la presencia del rey, acompañado de los principales personajes de la corte. En esta restauración de Rozuela, junto a Ramiro III, la regente y el obispo de León, actúan como confirmantes cuatro abades y once clérigos, trece magnates y otros diez nobles de rango inferior, todos los cuales presumimos que estuvieron presentes en el acto litúrgico de la restauración y en el ágape que se ofrecería a los asistentes, entre cuyos platos sería razonable pensar que figuraban los cuatro quesos que menciona la Nodicia.

 

 
 
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